Por Vicente Balbuena
La pandemia del Coronavirus nos ha impuesto medidas disciplinarias, que nunca antes habíamos realizado en nuestras vidas.
El uso de mascarillas, guantes, lavarnos las manos frecuentemente, quitarnos los calzados y ropas antes de entrar a nuestros hogares o lugares de trabajo.
Caminar con distancia prudente de nuestros semejantes, hacer fila de forma ordenada para entrar a los autobuses, farmacias y supermercados.
El Coronavirus nos ha enseñado de manera drástica y obligatoria, buenos modelos, que nunca antes habíamos practicado,
Estás medidas disciplinarias son las recomendadas por la Organización Mundial de Salud, OMS, para los que como yo deseamos superar esta terrible e invisible pandemia que afecta al mundo.
El Coronavirus nos ha enseñado que aunque tengamos riquezas económicas en pesos, dólares, euros, propiedades, no son nuestras.
Solo somos administradores. Sin nada llegamos al mundo terrenal, y sin nada nos vamos.
Polvo somos, y al polvo volveremos.
Estás enseñanzas disciplinarias deben impulsarnos a ser más solidarios con los seres humanos de limitadas posibilidades.
Aprendamos y practiquemos desde este mismo momento las disciplinas que nos ha traído el Coronavirus, y comenzaremos a tener un mundo más justo y equitativo para todos.




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